viernes, 15 de marzo de 2013

La ruta del lobo


Ésto que podéis ver aquí es el mapa de Skyrim. ¿Que qué esa línea roja que hay ahí pintarrajeada? Eso es la ruta del lobo, una de mis aventurillas en éste fantástico mundo. Primero poneros un poco en situación.


Una de las cosas guays que puedes hacer en Skyrim es convertirte en hombre lobo, que, aunque mola mucho, fallaba bastante a la hora de la verdad. Y por ello los chicos de Bethesda mejoraron la cosa con la expansión Dawnguard, dándole su propio árbol de habilidades y mejorándolo bastante.


El caso es que además de eso está el tema de los mods, los cuales me ayudaron a poder realizar ésta ruta del lobo, aunque también me tocaron bastante los cojones. Por un lado está el genial mod de Warzones, que consigue que parezca que de verdad hay guerra en Skyrim y que en éste caso me proporcionó suficientes enemigos para merendarme por el camino.


Por otro lado estaba otro mod que hacía aparecer unos cangrejos, más pequeños que el de la foto, que los muy hijos de puta te devolvían el daño, algo así como el aura de espinas del Diablo, y siendo como es el hombre lobo, mucho dar y poco recibir, ésto resultaba en mi inmedianta muerte cuando les aplicaba una hostia bien dada. ¿Por qué no me limitaba a evitarlos? Porque los inútiles de mis seguidores se empeñaban en pelar con ellos, y como hay que llevarlos con correa no se vayan a perder, pues ahi estaba yo, mirando el espectáculo. Menos mal que podía invocar unos lobos espectrales para que ayudaran un poco.


Y con ésto vamos al motivo de por qué me puse a hacer ésto. Lo que podéis ver aquí es el árbol de habilidades del hombre lobo. La cosa es que para ascender en él hay que merendarse a la gente, concretamente comerse sus corazones. Así que, decidido a subir en él todo lo posible en él de una tacada, ya que sólo te deja transformarte una vez al día, me puse a ello en un campamento de bandidos que está en el extremo izquierdo de la línea roja, ahí empieza la ruta.


Y ahí entra otro mod, ésta vez uno de zombies. El caso es que llego allí esperándome poco más de 10 bandidos y me encuentro con que hay como 100 zombies o más. Buáh! Menudo cacao. Y bueno, después de vaciar el campamento y jalarme a los no zombies, ya que a estos no puedo, y viendo que tengo tiempo en hombre lobo para un buen rato que empiezo a tirar para el este.


Y por el camino no me faltó peña a la que merendarme gracias al mod de las Warzones. Hasta algún dragón me encontré, hubo tiempo para todo. Al final ya paré en el punto que podéis ver en el mapa con el arbol de habilidades casi lleno y después de estar toda la tarde haciendo el gamba con mi Dovahkiin lobo.


Y es por cosas como ésta que me gusta tanto Skyrim, porque entre pitos y flautas puedes acabar teniendo aventuras de lo más variadas sin pretenderlo siquiera. Otro día dedicaré una entrada a presumir de mi Dovahkiin, así aprovecho la aberrante cantidad de capturas de pantalla que he hecho con éste juego.

Una saga legendaria


Hoy voy a hablar de una de mis sagas favoritas en el mundo de los videojuegos, The Legend of Zelda, y de mis experiencias con ella. En ésta entrada comentaré brevemente mi experiencia con cada uno de los juegos de ésta saga que he jugado, que no son todos ni de lejos, y decir un poco lo que me ha parecido cada uno.


Empecemos por el primero que calló en mis manos y que disfruté como un enano, Ocarina of Time. Sencillamente me encantó. La historia, la ambientación, la jugabilidad, todo me encantó, y eso que estaba en inglés y no me enteraba de la mitad de las cosas. Además de eso están la cantidad de cosas que lo hacían único. El manejar a Link como niño y como adulto, el montar a caballo, la cantidad de items, destacanto el gancho, que daba gusto, y la forma de manejarlo en un combate, saltando de un lado a otro, cubriéndote con el escudo, usando algún objeto para acabar con algún enemigo especialmente tocapelotas. Y las mazmorras, o templos. Muchos fans dicen que el más horrible es el del agua, pero para mi no fue para tanto. También debo decir que bastante antes de tener el juego me había comprado ya una guía. Si, bastante antes de Internet, cuando para estar al día tenías que comprar las revistas. Otro día hablaré de Superjuegos, la revista que me compraba yo de pequeño.


Y llegó Majora´s Mask, el título más bizarro, oscuro y triste de la saga. Aún recuerdo cuando me lo pillé para navidades, que estaba de salida, anunciado en la tele y todo. Estaba que trinaba. Y justo cuando lo tengo va y me dice que necesito el Expansion Pack. ¡Me cago en la puta! Ahí, en la tele en letras blancas sobre fondo negro. Cagüen la leche, que no pude tenerlo porque estaba agotado hasta Febrero o así. La experiencia en sí, peculiar. Por un lado parecía igual que el ocarina, misma consola, mismos gráficos, mismos personajes (en cierto modo), pero no tardabas en comprobar que éste Zelda, más que ningún otro, tiene su propia identidad. Los tres días para salvar el mundo, los saltos en el tiempo, las máscaras. Las Máscaras, que por si no estaba claro son el tema central del pueblo, dándonos cada una de las 28 una habilidad especial, cuando no te transformaban en otra cosa. Que disfrute convertido en un goron que parece el dueño de la carretera, un zora que surca los mares cual delfín y un... deku, menuda chufa, aunque incluso ese tenía su encanto.


El siguiente al que le eché el guante fe al Oracle of Seasons, para la Game Boy Color. Parejo con el Oracle of Ages, parecía que ni la saga Zelda se libraba de la fiebre Pokemon. Aunque no tanto como sus compañeros de la 64, también disfruté mucho éste juego, ya que siendo para la portátil te lo podías llevar por aquí. La principal gracia de éste era el cambiar de una estación a otra para poder avanzar en la historia. Hasta donde recuerdo la historia estaba bastante chula, aunque sí que era más sencilla que la de los dos anteriores. Parte de la gracia de éste juego era que recuperaba la jugabilidad de los clásicos, aunque como yo no los había jugado pues para mí era nuevo. Y la otra parte era que lo podías empalmar con su gemelo para completar la segunda parte de la historia, ya que con solo uno de los juegos, caso mío, sólo podías experimentar la primera parte. Era algo así como el Resident Evil 2, que podías pasártelo con Leon o con Claire, pero que al hacerlo se desbloqueaba la segunda parte del juego, sólo que tocaba jugarla sí o sí con el otro.


Y pasó el tiempo, un tiempo que pasé alejado de los juegos de Nintendo, pero entonces llegó la Wii, y con ella no tardé en hacerme con el por entonces último Zelda hasta la fecha, Twiligth Princess. Debo decir que me gustó mucho, pero. Por empezar por algo malo decir que me supo mucho a remake del Ocarina of Time. Si, es distinto, pero se ve, se nota, el mismo... esquema. La tierra de Hyrule, los templos, el equipamiento, sobre todo el ir a caballo, que era hasta cierto punto seña de identidad de Ocarina of Time, al menos mejoraron bastante el combate sobre nuestra querida Epona y le dieron más peso en la historia incluyendo una de las fases de la batalla final sobre su lomo. Y destacar a su favor los que son seña de indentidad de éste juego, que son por un lado el covnertirte en lobo, y por el otro Midna, uno de mis personajes favoritos de la saga. Al igual que Navi y Fay ella es tu consejera, sólo que ella, además de no acabar hasta los huevos de ella, le acabas cogiendo cariño incluso con lo borde que es contigo al principio, ya que además de tener más personalidad que estas últimas, tiene gran peso en la historia de éste juego, además de ser la responsable de que nos convirtamos en lobo.


Con el tiempo me dió por lo retro y sobre todo por la Super Nintendo, mezcla de placer retro y nostálgico para mí, y con ello me decidí a probar el que para muchos es el mejor título de la Saga, A Link to the Past. Y una de las cosas por las que destaca es que es bien jodido. Vamos, muy difícil. Y es que acostumbrado a la facilidad de la que pecaban algunos títulos de esta saga este juego me apretó bien las tuercas. Es más, debo decir que no he llegado ha pasármelo, ya que me quedé en la mazmorra final, más difícil que la madre que la parió. A ver, sí hubiera seguido me la habría podido pasar, pero la llama retro se me apagó, ya que me viene a temporadas, y desde entonces no he tenido ganas de retomarlo. Es más, de hacerlo lo haría desde el principio otra vez, ya que si voy directo allí a lo valiente con la práctica perdida saldré escaldado antes de darme cuenta. Por otro lado tampoco lo he disfrutado tanto como los Zelda que he jugado en 3d. No porque sea peor, ni mucho menos, lo que pasa es que yo empecé con esos y es a los que he cogido el gusto y estoy acostumbrado. Pero vamos, que si queréis jugar un Zelda de la vieja escuela, visto desde arriba, éste es el que tenéis que jugar.


Y por último el Zelda que hasta me compré en edición coleccionista Skyward Sword, más que nada porque lo que no me gastara en ésta edición me lo tenía que gastar en el Wii Motion Plus, así que sin dudar cayó en mis manos el mando dorado que acompaña al juego. En otra entrada que me centre más en este juego incluiré fotos mías desenvolviendo tan valioso tesoro. El caso es que me encantó, pero. Si, ya estoy quejándome otra vez. A ver, ésta vez no son fallos que se le puedan echar en cara el juego ni a sus diseñadores, pero que a mí me escaman. De la jugabilidad no tengo niguuuuna queja, perfecta. Cuando Miyamoto dijo que este juego lo empezarían por la jugabilidad lo dijo en serio. Sobre todo con la espada, la sensación que tienes de empuñar la Espada Maestra con tus propias manos, sublime. Por otro lado, lo que me escama a mí, es que hay un montonazo de buenas ideas y cosas en este juego que para mí no desarrollan lo suficiente. Cosas que las ves y las juegas y dices me ha gustado, pero me ha dejado con ganas de más, de  una versión más complicada. Eso en desafíos y minijuegos, que luego en la historia también te lo hacen y toca más las pelotas, más que nada porque te sacan cosas, cosas que dices "¡Dios mio!", te las tiran a la cara y luego no te dan ninguna explicación, se van como han venido. Sobre todo al final, los que lo hayáis jugado ya sabréis de lo que hablo.


¿Qué más puedo decir de ésta saga? La banda sonora, genial. Es algo que disfrutarás en todas las entregas que juegues. Quizá falla un poco en el último, Skyward Sword, y no porque sea mala, sino porque se empeñaron en hacerla... menos trallera. Mal, como siempre está de puta madre. Y eso de momento. Más adelante iré hablando de cada uno por separado, tomándome mi tiempo. Así que tenéis vuestras dudas, ¡ya no más! ¡La Leyenda de Zelda os espera!

jueves, 14 de marzo de 2013

¡El mejor Zelda de la historia!


¡Y una mierda!


Este, estos mas bien, son los Legendo of Zelda CD-i, salidos para la CD-i de Philips.


Y son tan abyectos que Nintendo renegó de ellos.


Normal, yo habría hecho lo mismo en su caso.


Lo que véis aquí son todo cutscenes. Vamos, escenas de corte.


Porque después de ver ésto, ¿de verdad queréis ver el gameplay? ¿De verdad queréis ver éste cúmulo de perversión y demencia en todo su esplendor.


Si, por su puesto que sí, por supuesto que tenéis ganas de sufrir. Por suerte será el Nerd Fuiroso de los Videojuegos el que lo haga por vosotros.


No está subitutulado, pero tampoco hace falta para ver de qué pasta está hecho éste juego.

miércoles, 13 de marzo de 2013

La mirada de la noche


Ésta vez toca género de terror, de nuevo una recomendación de Iris. Lo que más de ha gustado de ésta novela es que siendo actual el autor ha sabido atrapar el toque clásico y victoriano que posee el referente del género Dracula, de Bram Stoker. Otro día hablaré de ella. ¿Por qué Dracula como referencia? Bueno, creo que el título da una idea de por dónde van los tiros.Venga, voy a poneros la sinopsis. Si, si, lo sé, hoy también estoy un poco vago. Más bien cansado, que entre las agujetas y que pronto me toca ir a dormir estoy algo flojo. Además, me he empezado ya otro libro y quería hablar sobre éste antes de que se me difuminara apartado por la próxima historia. Allá va, si alguno no quiere leerla para no chafarse nada, cosa que a mí me pasó con El Guardián, que se salte el siguiente párrafo.

Brandon llega a la casa de los Mills para hacerse cargo de la educación de Malcolm y Virginia, muy afectados por la muerte de su madre. Hace tres meses que murió la señora Mills y, desde entonces, sus hijos la han visto pasear por el jardín, siempre de noche. Estas apariciones coinciden con la llegada al pueblo de un misterioso ser de aspecto escalofriante. Brandon va a tener que enfrentarse a este siniestro personaje, sospechoso de ser el causante de los horrendos asesinatos ocurridos en el pueblo de Standford.

Al igual que la anterior ésta es una lectura corta, fácil, no llega a las doscientas páginas. Es una historia interesante a la par que ligera, para mí una versión ligera de Dracula, ya que he encontrado muchas similitudes en temática ambientación y trato de los personajes. Una versión actual, ya que ocurre en nuestros días, sólo que en los rincones más clásicos de la Vieja Albión.

Aunque personalmente no he sentido mucho terror. No es por ser valiente, si no que es lo que me pasa con la lectura de terror, que me inspira más curiosidad que miedo, sobre todo en los Mitos de Cthulhu y demás relatos de Lovecraft. Siento más curiosidad por saber cómo es el horror de turno que terror por lo que le pueda suceder a los protagonistas. No es que me caigan mal, no siempre vamos, si no que mi curiosidad es más fuerte que la empatía que pueda sentir por ellos.

Y eso, que os la recomiendo para leer cómodamente.

Clichés, clichés, clichés...


Llegan a cansar, ¿verdad? Pero sólo cuando se hacen mal, creo yo. ¿Por qué si no se utilizan tanto? Pues porque molan. Y para que sepamos cuáles son los que más molan el Crítico de la Nostalgia ha dedicado a ello uno de sus Top 11.


¿Y vosotros, qué opináis? ¿Alguno que queráis añadir?

Troleando a Youtube


Aquí viene Loulogio con otra de las suyas. Para ésta ocasión ha preparado, a parte de del café del día, un vídeo .. especial. Contemplad:


¿No es lo más maravilloso que hayáis visto?

¡Animales redondos!


Hace poco me enseñaron éste vídeo que nos muestra cómo serían los documentales esos tan monicos de animalicos de la 2 si los animales fueran redondos. La verdad es que es como poco interesante, y como mucho divertido.


He aquí lo que opinará más de uno.
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