Para empezar, decir que es una trilogía. Vamos, un libro recopilatorio que reune las tres primeras novelas de los Primeros y Únicos de Tanntih, los Fantasmas de Gaunt. Como habréis visto en la foto está ambientado en el siniestro Universo de Warhammer 40.000, en el cual el Gran Imperio, soberano de toda la galaxia, se encuentra ahora asediado por intocables hordas alienígenas, mutantes y demonios a lo largo de sus bastos dominios en una guerra por la supervivencia. Para los conocedores de éste mundillo sabed que el libro va de Guardia Imperial, Guardia Imperial y más Guardia Imperial. ¿Malo? No, a mí me ha gustado, aunque...
Como diría Jack el Destripador, vamos por partes. ¿Qué experiencia nos ofrece? La de los sufridos soldados de infantería. Acostumbrados a los Marines Espaciales, protagonistas indiscutibles de éste universo y ejército que todo quisqui se compra, tenemos aquí el punto de vista de un ejército de infantería ligera fiero, sigiloso y disciplinado. Vamos, por el estilo de lo que toca hoy día. Sobre todo en un ejército que funciona más como los que lucharon en la segunda guerra mundial más que el actual. Y es que aún habiendo pasado cuarenta milenios la humanidad sigue estando anticuada.
Pasemos a las novelas, a las historias en sí. Comenzaré diciendo que mi disfrute con éste libro ha ido en aumento conforme avanzaba. Eso es bueno, si, solo que el comienzo un poco flojo para mí. No se, pero la primera de todas, Los Primeros de Tanith, es la que menos me ha gustado. Y no es que me disgustara, estaba bien, pero no conseguía engancharme. Sin duda la que más tiempo me ha costado leer. Alrededor de un mes, creo. Siempre puede decirse que era la primera y que al autor le faltaba experiencia.
Más que nada porque lo cosa empieza a mejorar en la segunda, El Hacedor de Fantasmas. Ésta ya me la leí más rápido, aunque no sin cierta calma, a capítulo por día más menos. El caso es que en ésta no se centra tanto en Gaunt, el principal protagonista, y le dedica un capítulo a cada miembro destacado de los Primeros. Corbec, Dorden, Milo, Bragg, Varl, Larkin, Rawne, Feygor, Caffran y algunos más, no consigo acordarme ahora de todos los nombres. La cosa es que todas historias "sueltas" van hilando una general que concluye en el salvaje mundo de Monthax, en el que se desarrollan los interludios que dan paso a cada personaje. En la primera les cogías ya un poco de cariño, pero como iban saliendo a ratos y de cualquier manera no terminabas de aclararte, cosa que el autor arregló aquí.
Y la trilogía llega a su clímax con Necrópolis. ¿Qué la hace tan buena? Quizá la brutal escala del conflicto que se desarrolla en esta historia, que eso sería casi más cosa de mi gusto. Casi un millón de soldados defendiendo una colmena de cincuenta millones de habitantes contra un enemigo que se cuenta por millones es algo... enorme, pero no, no puede eso serlo todo. Mirad si no las películas de El Señor de los Anillos. No se vosotros, pero yo disfruté más la batalla del Abismo de Helm que la de la Ciudad Blanca. A mí lo que me ha gustado de ésta es que el autor, además de meter muchas cosas, situaciones y personajes, más allá de los protagonistas, es el haberlas hilado bien, haberlas desarrollado bien. Ha sabido sacar una gran cantidad de situaciones y puntos de vista de lo que se desarrolla en la ciudad colmena y plasmarlas de forma convincente. Otra de las cosas que me gustó mucho de ésta es la inclusión de un mapa, cosa que a mí me gusta mucho que haya en una novela, y que conforme iban sucediendo los acontecimientos en los diferentes lugares de la colmena Vervun no podía evitar mirarlo para localizarme, teniendo claro así en todo momento el avance de la batalla.
En definitiva, os recomiendo éste libro a aquellos que disfrutéis con el universo de Warhammer 40K y a aquellos que os guste el tipo de guerra que se ha dado a lo largo del siglo XX. Puede que os cueste un poco al principio, y que prefiráis hacer trampas y saltar al segundo o al tercero, pero como de verdad experimentareis el desarrollo de Gaunt y sus sufridos soldados será leyendo de principio a fin.
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