¡Un gran salto para la humanidad!
Éste pedazo de brinco lo dí en la Poza de... no me acuerdo, preguntaré a la cuadrilla y lo pongo, en la despedida de solteros de mis amigos Adrian e Iris.
Es un salto de unos 10 metros, no mucho realmente, pero que da respeto cuando estás ahí arriba listo para saltar. Además no duele mucho... no debería. El caso es que, no se como, me las arreglé para caer con la espalda por delante.
Concretamente así es como caí. Y escoció horrores. Menudos gritos pegué cuando salí del agua. No hay fotos de ello, pero se me quedó la pierna derecha bien roja y casi morada y el ojo también bien rojo. ¡Y aun encima el agua estaba helada! Tenía los pezones que podía rayar un cristal.
Pero al final sobreviví. ¡Soy indestructible! Éstas fotos pudieron ser tomadas gracias a la supermegacamara de mi amigo George. No os vayáis a pensar que salté varias veces. Con una tuve suficiente. Y no es que me diera miedo que me doliera. Era... no sé, que te da respeto. El caso es que ese día no me atreví a saltar más veces. Si voy algún otro día una por lo menos caerá, pero eso, que parece que cuesta hacerlo.
Si queréis ver el resto de fotos, unas 3 más, están en mis fotos de Facebook.
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